El aceite de krill se ha convertido en los últimos años en uno de los suplementos más populares y con mayor proyección en el mercado de los omega 3. Y esto se debe a las extraordinarias propiedades nutricionales que tiene este pequeño crustáceo proveniente de las gélidas aguas del Antártico.
Pero, ¿Qué son exactamente las cápsulas de aceite de krill?
¿De dónde se obtiene? ¿Cuáles son sus componentes y beneficios para la salud? ¿Cómo se debe consumir y en qué dosis? Son todas preguntas que surgen cuando nos topamos por primera vez con este singular producto.
En este artículo responderemos en detalle todas estas interrogantes para que puedas conocer a fondo qué son y para qué sirven las cápsulas de aceite de krill. Descubriremos por qué se han vuelto tan populares y cómo sus propiedades nutricionales pueden mejorar tu bienestar y calidad de vida.
Además, veremos algunas consideraciones importantes sobre su consumo, efectos secundarios y precauciones que se deben tener al tomar un suplemento tan potente proveniente del mar.
Al finalizar la lectura, tendrás todas las herramientas para decidir si agregar o no las cápsulas de aceite de krill a tu dieta. En el herbolario online de dietética ferrer puedes comprar este tipo de cápsulas y muchos más productos naturales.
Origen del aceite de krill
El krill es un tipo de crustáceo, parecido a un camarón, que habita en grandes cantidades en las gélidas aguas del Océano Antártico. Se estima que en esta zona existe una biomasa de más de 500 millones de toneladas de este diminuto animal marino.
Se trata de un animal que se alimenta principalmente de fitoplancton y microalgas que flotan en el océano y es un eslabón clave en la cadena alimenticia de la Antártida. Ballenas, focas, pingüinos y otras aves marinas dependen en gran medida del krill como fuente de sustento.
Debido a su pequeño tamaño, que va de 1 a 6 cm, y a que vive en densos bancos, es una presa fácil de capturar. Por esto, desde la década de 1970 comenzó a ser explotado comercialmente para la elaboración de aceite y harina de pescado.
Composición y beneficios del aceite de krill
El aceite de krill contiene ácidos grasos omega 3, sobre todo EPA y DHA, en una forma natural llamada fosfolípidos. Esta forma particular hace que sea más fácilmente absorbido por el cuerpo humano en comparación con otros aceites de pescado.
Además, posee antioxidantes como astaxantina y vitaminas A y E que refuerzan el sistema inmunológico, mejoran la salud cardiovascular, disminuyen la inflamación, favorecen la salud de los ojos y la piel, entre muchos otros beneficios comprobados para la salud.
En resumen, las extraordinarias propiedades del aceite de krill se deben a su rico contenido de ácidos grasos omega 3 y antioxidantes que actúan en sinergia dentro del organismo humano. Esto lo convierte en un potente suplemento natural para mejorar el bienestar.
Las cápsulas de aceite de krill
Para poder aprovechar más fácilmente todas las propiedades del aceite de krill, este se comercializa en forma de cápsulas blandas que son muy prácticas de consumir.
Cada cápsula de gelatina contiene entre 100 y 500 miligramos de aceite de krill puro y concentrado. Las cápsulas son de un tamaño pequeño, similar a un suplemento vitamínico, y se pueden tragar fácilmente con agua.
Esta presentación en cápsulas es ideal porque permite obtener con precisión la dosis deseada de omega 3 y antioxidantes provenientes del krill. Las cápsulas protegen al aceite de la oxidación y el mal sabor.
Además, las cápsulas se pueden transportar fácilmente a cualquier lugar y se conservan por más tiempo. Esto posibilita incorporar los beneficios del aceite de krill a la dieta diaria de una manera práctica y cómoda.
Las cápsulas de gelatina son la forma más eficiente y segura de consumir aceite de krill. Permiten aprovechar plenamente sus nutrientes en la comodidad del hogar o en movimiento.
Dosis recomendada
La dosis diaria recomendada de aceite de krill en cápsulas para adultos es de 300 mg. Esta cantidad proporciona niveles adecuados de EPA y DHA para obtener beneficios cardioprotectores y antiinflamatorios.
Algunos estudios científicos han utilizado dosis más altas de hasta 3000 mg diarios de forma segura y sin efectos secundarios. Estas dosis elevadas se suelen usar para tratar enfermedades específicas como artritis, dislipidemia o trastornos de la mujer.
Para un adulto sano, se sugiere comenzar con una dosis baja de 300 mg de aceite de krill al día. Luego, si se desea potenciar los efectos se puede aumentar gradualmente la dosis agregando una cápsula más a la vez.
Lo ideal es fraccionar la dosis total en varias tomas distribuidas durante el día, normalmente con las comidas. Esto optimiza la absorción de los nutrientes. También se recomienda tomarlas con alguna fuente de grasa para potenciar la asimilación.
Consideraciones sobre el aceite de krill
Aunque es un producto natural, el aceite de krill puede provocar alergias o efectos secundarios en algunas personas. Los posibles efectos adversos son nausea, diarrea, malestar estomacal o acidez.
Además, no debe ser consumido por mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. Tampoco se recomienda para niños pequeños o personas con trastornos de la coagulación.
Como proviene de fuentes marinas, puede contener trazas de metales pesados. Es importante elegir siempre marcas que aseguren la pureza y calidad del producto.
El aceite de krill en cápsulas es un suplemento nutricional que aporta importantes nutrientes gracias a sus ácidos grasos omega 3 y antioxidantes.
Tomar las dosis recomendadas puede generar grandes beneficios para la salud cardiovascular, cognitiva, visual y más. Aunque generalmente es seguro, se deben considerar posibles precauciones antes de consumirlo.